Naufrago Anonimo

Repetía tu nombre al viento Repetía tu nombre entre sollozos aveces en susurro casi inapreciables otras veces a gritos como quien grita de una montaña a otra con la esperanza puesta en que mi llamado llegara a tus oídos, el problema es que tus oídos siempre han sido sordos a mis palabras, a mi música, a mi vida. Repetía tu nombre cada día, cada noche como una plegaria o un ritual hasta ese incierto día en mi vida en el que olvide tu nombre, tu rostro y solo quedaron tu ojos como una imagen borrosa que siguen persiguiéndome entre sueños y aun entre esos sueños hay ocasiones que te sigo llamando sin saber a ciencia cierta a quien llamo, ¿a tu recuerdo tal ves? hoy es el día en que aun no encuentro la respuesta esa pregunta, cuando te tenia temía perderte y ahora que te fuiste me aterra que regreses, pues no creo tener voz para repetir tu nombre al viento el día que decidas partir.

 Menuda vida que llevamos sedientos de conocimiento y vacíos de espíritu creyendo en palabras mas incluso que en hechos, soportando horas interminables de agonía causadas por nuestra ignorancia, por nuestra ceguera y aunque la lucidez  establezca un punto, un punto distante pero visible nuestra ceguera es aun mas poderosa que nuestra voluntad de ver ¿porque?  comodidad es la respuesta, nos es mas fácil vivir engañados por nosotros mismos que terminar con nuestra ceguera y afrontar  nuestra verdadera naturaleza, esa sed de conocimiento no es mas que una cortina de engaños para apaciguar nuestra necesidad  de conseguir respuestas a todos los cuestionamientos auto impuestos trasmitidos de generación en generación.

Naufrago Y de repente me encuentro rodeada de gente que creo conocer que es parte de mi vida cotidiana y sin embargo la soledad me invade pues ninguno sabe que hay detrás de mis acciones, detrás de mi sonrisa su saber se ve limitado pues una armadura que he construido durante el trascurso de mi vida les impide ver mas allá de lo que yo les permito sin embargo me mantiene prisionera protegiéndome pero al mismo tiempo alejándome del mundo, eso no impide que un pequeño apenas contable numero de personas logre "convertir en bomobon mi armadura de acero" entrando en mi vida a placer y voluntad, dejando una huella imborrable como un numero de serie que le identifica, cambiando mis reglas, moviendo mi mundo .... y allí fue donde llego como el torbellino de emociones que le caracteriza, distrayéndome durante un examen importante y con solo mirarle olvide 6 meses de estudio allí fue donde morí y comenzó mi odisea, ahora son esos ojos lo que recuerdo en mis momentos de soledad .......